Sin embargo todo puede complicarse si en el lugar elegido por los dos, las meseras sean con un perfil esbelto y tonificado sin dejar atrás el uniforme que engalana su belleza, ese justo momento en el que llega la empleada a ofrecerte la carta con los suculentos platillos que ahí sirven no sabes si agradecer cordialmente o tratar de ignorarla pues seguramente tu acompañante se pondrá furiosa si haces el mínimo intento de cruzar mirada o palabra con la chica.
Un vídeo se hizo famoso en redes sociales, gracias a que un hombre maduro acompañado de su esposa se puso nervioso al recibir la cuenta de lo que habían consumido en el lugar, a tal grado que se olvidó de dejar la propina de la mesera con tal de salir del lugar y de que su esposa ya no se enfadara más.